Corrección craneosinostosis abierta

Estas técnicas avanzadas permiten una corrección de la deformidad craneal y descompresión del cerebro, con un resultado inmediato. Se realizan después de los 10-12 meses de vida, cuando los bebés toleran mejor un procedimiento quirúrgico mayor y el potencial de crecimiento cerebral es menor, con lo que disminuye el riesgo de deformidad progresiva postquirúrgica.

Corrección craneosinostosis endoscópica

Estas técnicas revolucionarias aprovechan el rápido potencial de crecimiento del cerebro, para que sea este importante órgano el que realice la remodelación del cráneo. A través de incisiones pequeñas, mediante el uso de una cámara fina o endoscopio, se liberan las suturas craneales fusionadas, permitiendo así que el cerebro quede descomprimido y la forma craneal sea más armoniosa con el paso de los meses. Se sugiere realizarla antes de los 6 meses de edad, por lo que la remisión oportuna es esencial. Diversos estudios reportan ventajas como: menor sangrado e indicación de transfusiones, menor tiempo quirúrgico y necesidad de invasiones, menos dolor, recuperación temprana y estancia hospitalaria más corta – 24 a 48 horas.

Distracción osteogénica craneal

La distracción osteogénica es una técnica moderna de cirugía en la cual se genera hueso nuevo a partir de la expansión del hueso presente en el paciente, el uso de esta técnica fue descrito por primera vez en el esqueleto craneofacial por Joseph McCarthy en 1992. Desde entonces su uso se ha expandido para muchas patologías craneofaciales.

PVDO- Posterior Vault Distraction – Distraccion Craneana Posterior
Permite expandir el cráneo de pacientes con craneosinostosis sindrómicas o compromiso de varias suturas craneanas, mediante la creación de nuevo hueso. En esta cirugía se realiza una craneotomía amplia en la parte posterior del cráneo, con extensión hasta la fosa posterior si es posible, fijando luego 2 o más distractores a cada lado de los bordes de la craneotomía. los cuales se mueven de manera regular a intervalos y frecuencia constante que permite la formación de nuevo hueso en los extremos de la craneotomía.

El resultado final es un incremento del volumen craneal, reversión de hipertensión endocraneana, mejoría del flujo sanguíneo cerebral y del flujo de LCR, reversión de hernia cerebelosa, mejor resultado estético y menor necesidad de cirugías adicionales